FOPLADE-
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El nuevo Smart Electric Drive llegará a España finalmente en enero de 2013, desde 18.950 euros, más una cuota mensual de 65 euros por el alquiler de las baterías. Alcanza 125 km/h y ofrece 145 kilómetros de autonomía.
Fonds pour les investissements et le développement. FOND DU PLACEMENT PER DEVELOPPEMENT OVERSEAS CORPORATION.
Todo sobre el nuevo Smart eléctrico
El nuevo Smart Electric Drive llegará a España finalmente en enero de 2013, desde 18.950 euros, más una cuota mensual de 65 euros por el alquiler de las baterías. Alcanza 125 km/h y ofrece 145 kilómetros de autonomía.
Smart tiene ya lista la tercera generación del Fortwo Electric Drive,
la versión eléctrica de su popular modelo urbano de dos plazas. Saldrá a
la venta este verano en algunos países europeos, pero no llegará a
España hasta enero de 2013. Y este detalle es una de las primeras dudas
que plantea, como explicaré más adelante. Por lo demás, el coche funciona muy bien y cumple las expectativas, tal y como hemos podido comprobar un reducido grupo de periodistas españoles que lo hemos probado en un recorrido por el centro de Berlín.
El Smart Fortwo Electric Drive estará disponible a partir de enero de 2013 con unos precios desde 18.950 euros (Coupé) y 22.000 euros (Cabrio), que se reducirían en unos 6.000 euros (desde unos 12.950) si las ayudas a los coches eléctricos se prorrogan en 2013 (acaban en noviembre de este año). Las tarifas son elevadas, aunque aceptables, si se comparan con las de otros coches eléctricos. Pero el inconveniente es que no incluyen las baterías: se alquilan por 65 euros al mes, con mantenimiento y garantía durante 10 años, y hasta coche de sustitución en caso de avería. Y para amortizar la cuota, que supone 7.800 euros más en los 10 años, hay que hacer al menos 1.000 kilómetros al mes, unos 35 diarios. El Smart eléctrico se venderá también con baterías por 23.480 y 26.550 euros, respectivamente, unos 3.200 euros menos que si se alquilan las pilas. Pero esta alternativa implica asumir riesgos: solo incluye dos años de garantía para las baterías.
El Smart Fortwo y la tecnología eléctrica estaban predestinados. Por un lado, la movilidad con baterías muestra todas su ventajas en la ciudad, donde la baja velocidad media optimiza su eficiencia energética y permite ofrecer autonomías mucho más amplias que en carretera. Y si hay un coche que por su reducido tamaño se adapte como un guante al tráfico urbano y a las limitaciones de espacio a la hora de aparcar, ese es el Fortwo. Mercedes lo entendió así desde el principio y ya en 2007 fabricó una primera flota experimental de 100 Smart eléctricos que han estado circulando por Londres para testar su viabilidad. Después, en 2009, lanzó una evolución, ya con 1.000 unidades para flotas, pero el éxito obligó a ampliarlas a 2.000 para poder cubrir la demanda, y se comercializó en 19 países. Una vez superadas estas etapas previas, ahora llega ya el Smart Electric Drive de tercera generación, el modelo de gran serie, que se venderá en los concesionarios de 30 países como las demás versiones de Smart: se esperan producir 10.000 al año, lo que supone el 10% de las ventas mundiales de la división de modelos urbanos de Mercedes.
Mejor en todo: más prestaciones y más autonomía
Aunque tanto por fuera como por dentro la versión Electric Drive no presenta prácticamente cambios respecto a los Smart actuales, salvo detalles de la instrumentación, que ahora indica la autonomía eléctrica disponible y poco más, el módulo eléctrico si aporta mejoras, incluso sorprendentes, lo que confirma la capacidad y rapidez de evolución de los modelos eléctricos.
El Electric Drive de 2012 estrena un motor eléctrico, de imán permanente, mucho más potente, con 48 CV y puntas de hasta 75 CV, muy útiles por ejemplo para adelantar con más seguridad (antes rendía 27 y 40 CV). Tiene 130 Nm de par o fuerza de empuje y las mejoras se notan mucho en las prestaciones, porque ahora acelera de 0 a 100 km/h en 11 segundos, como un utilitario de unos 90 CV con cierto nervio, y supera ligeramente los 125 km/h, mientras la versión anterior se quedaba en 26 segundos y 100 km/h. Este motor es totalmente nuevo y lo ha desarrollado EMotive, una compañía conjunta de Mercedes y Bosch. Pero a pesar de ser más potente, el nuevo motor eléctrico es también más ligero, compacto y barato de producir, según nos aseguraba Pitt Moos, uno de los expertos más veteranos de Mercedes en temas eléctricos y responsable de producto de este coche.
El otro avance del nuevo Smart Electric Drive está en las baterías de ion litio, que pasan de 16,5 a 17,6 kWh de capacidad y elevan la autonomía a 145 kilómetros (135 antes), más que suficientes para el uso habitual de estos coches: los usuarios de los anteriores Smart eléctricos apenas recorrían 50 kilómetros al día de media. Las nuevas baterías son también más compactas e incluyen refrigeración líquida, un detalle clave para asegurar su longevidad. El módulo está formado por 93 celdas herméticas y según Moos, tiene una vida útil de 10 años sin deteriorarse y exige un mantenimiento mínimo: solo hay que renovar el aire interior y sustituir el filtro antihumedad una vez al año o cada 20.000 kilómetros. El peso total del módulo es de 175 kilos, con sistema de refrigeración incluido, y el Smart eléctrico pesa 900 kilos (sin conductor), 140 más que la versión equivalente de gasolina.
Las nuevas baterías ya no proceden de Tesla: las ha desarrollado Deutsche ACCUmotive, una alianza de Mercedes y la compañía Evonik Industries. Y según el propio Moos, los costes de producción están ya por debajo de 500 euros por kWh, la media del sector, y esperan bajarlos a la mitad, 250 euros, en unos años, lo que abaratará el precio de los coches eléctricos.
Aquí tenéis la información previa del modelo, de agosto de 2011, que incluye datos adicionales.
Al volante, nervio, suavidad y silencio de marcha
Al margen de las mejoras técnicas, lo más destacable de todo es que el nuevo Electric Drive resulta muy agradable de conducir, al menos en ciudad. Para empezar, el nuevo motor eléctrico es bastante silencioso y apenas se oye. Y aparte de circular en silencio, ofrece unas prestaciones muy superiores a su antecesor.
Cuando se acelera a punta de gas en la salida de los semáforos avanza al ritmo de los demás coches, aunque no sorprende por su poderío: regula la potencia para consumir el mínimo de batería. Pero si se pisa el pedal con decisión tiene bastante brío y responde con cierta contundencia. Además, ahora puede mantener velocidades superiores a 100 km/h (125 km/h oficiales y algo más reales) y similares a las de los demás Smart, lo que evita los agobios y la sensación de inseguridad del modelo anterior cuando se circulaba por las autopistas urbanas con un camión amenazando por el retrovisor. Por último, aunque en nuestro recorrido por Berlín y los alrededores no tuvimos tiempo de comprobar la duración de las baterías, el rango de uso en ciudad puede superar fácilmente los 100 kilómetros de autonomía real, una cifra inalcanzable en la mayoría de las grandes ciudades europeas, en las que la velocidad media de circulación ronda los 20 km/h: exige estar sentado al volante al menos seis horas, algo solo al alcance de profesionales que no tienen más remedio que cumplir su jornada laboral.
Por lo demás, el comportamiento es ágil, no cansa al volante y como pesa 140 kilos más que los Smart con mecánica térmica, parece que circula mucho más pegado al suelo y aplomado, y transmite más sensación de consistencia, sobre todo en los baches.
Recargas entre una y siete horas
Las baterías se recargan en siete horas en un enchufe normal, pero Smart comercializa diferentes alternativas para agilizar este trámite.
La primera es el poste de carga doméstico Wallbox, que se vende en dos versiones Basic (710 euros) y Connected (880 euros) y reducen en una hora el tiempo de recarga (seis horas). Con el último se puede programar la carga y la temperatura interior desde un smartphone. Además, el coche se puede equipar con un sistema de carga rápida (2.000 euros) que soporta hasta 22 kw y permite recargarlo en una hora. Y se ofrece también un módulo para flotas de empresas (2.880 euros) para cargar hasta 16 coches a la vez con programas para elegir los horarios y aprovechar las tarifas más baratas.
65 euros al mes: 1000 kilómetros para amortizar la cuota
El alquiler de las baterías supone 65 euros al mes. Si consideramos un coste de electricidad de dos euros cada 100 kilómetros (tarifa normal) para recargar las baterías, se ahorran unos 5 o 6 euros cada 100 kilómetros frente a lo que consumen los mejores utilitarios turbodiésel en ciudad: de 6 a 7 litros y entre 7 y 8 euros cada 100 kilómetros. Así, sin entrar al detalle, haría falta recorrer al menos 1.000 kilómetros al mes para amortizar la cuota, es decir unos 35 kilómetros diarios, una cifra nada disparatada si se vive en las afueras. Además, hay que considerar también el ahorro en aparcamientos públicos, porque en ciudades como Madrid y Barcelona, por ejemplo, los coches eléctricos están exentos de pagar el aparcamiento regulado y pueden estacionarse en la calle gratis. En este caso, el cálculo depende de las circunstancias personales, y cada cual tiene que hacer sus números. Pero estimando un gasto de dos euros diarios en aparcamiento regulado, una cifra bastante habitual, ya se cubre prácticamente al completo el alquiler de baterías.
La rentabilización del sobrecoste inicial del Smart eléctrico es otra cosa, aunque resulta menos descabellada de lo que parece. Al menos si se mantienen las ayudas a la compra de coches eléctricos en 2013, cuando salga a la venta. Con ellas, el Smart Electric Drive costaría unos 12.950 euros, casi lo mismo que un modelo urbano con mecánica turbodiésel. Un Toyota Yaris 1.4 D-4D (90 CV), cuesta 13.000 euros y las versiones de gasolina son algo más baratas, unos 1.500 euros menos, pero también consumen como mínimo un litro más que las diésel (1,2 euros cada 100 kilómetros). En cambio, los modelos convencionales son más polivalentes que el Smart, porque incluyen cuatro plazas y permiten viajar. Pero el Smart Electric Drive puede ser uno de los primeros eléctricos amortizables, aunque exige un uso medianamente intensivo en ciudad.
El nuevo Smart Fortwo se retrasa a 2014 y habrá un Smart Forfour de cuatro puertas y cuatro plazas
La marca alemana había anunciado que esta tercera generación del Smart eléctrico se lanzaría en verano de 2012 ya con la nueva carrocería del pequeño modelo urbano, que recogerá algunos rasgos y detalles del prototipo Smart Forvision, presentado en el último Salón de Fráncfort (septiembre de 2011).
Pero al final, se ha decidido retrasar el nuevo modelo hasta enero de 2014, con lo que el nuevo Fortwo Electric Drive mantiene la carrocería actual, con los pequeños retoques estéticos en la parrilla que ha incorporado toda la gama hace unos meses. Y como decía al principio, aquí llega otra de las dudas: ¿compensa comprar un coche que llega a España en enero de 2013, cuando un año después, enero de 2014, va a salir una generación totalmente nueva con un diseño mucho más moderno y soluciones más eficientes? Dependerá de cada caso, pero para la mayoría resulta más interesante esperar. Además, según nos aseguraba en Berlín Martin Hulder, Director de ventas de Smart, el futuro Fortwo 2014 tendrá un interior mucho mejor aislado, tanto en acústica, como sobre todo térmicamente, lo que permitirá aumentar la autonomía de la versión eléctrica entre un 7% y un 10% en días con climatologías adversas: menos de 10 grados y más de 30. Y es que la mejora del aislamiento interior le hará menos sensible a las temperaturas externas y reducirá el uso del climatizador.
Esto es solo un detalle, porque tras ya casi 15 años de vida y dos generaciones de Smart con más evoluciones de detalle que cambios dramáticos, el Smart 2014 será un modelo totalmente nuevo que incorporará muchas más ventajas. Por ejemplo, el arco de seguridad Tridion, que sirve de estructura al coche y ahora es de acero, en el nuevo Smart tendrá partes de fibra de carbono. También se espera mejorar de forma apreciable todos los puntos débiles del Smart actual, desde la precisión de la dirección y el tacto del freno, al confort de las suspensiones en los baches, la rapidez de los cambios de marchas e incluso se van a rebajar cerca de un 10% los consumos de las versiones térmicas (gasolina y gasóleo). En realidad, una de las pocas cosas que se mantendrán igual será la longitud, 2,7 metros, porque se considera estratégico para el éxito del modelo. Según aseguraba Hulder: “nos cuesta mucho dinero mantener este tamaño, porque exige afinar y comprimir al máximo todos los sistemas de seguridad de la zona delantera para poder superar las últimas normas antichoque. Con apenas unos centímetros más nos saldría mucho más barato, pero consideramos clave mantener la longitud actual, porque es una de las virtudes más valoradas de este coche”.
Por lo demás, pudimos averiguar también que el Smart 2014, aparte del Fortwo Coupé y Cabrio, contará con una tercera carrocería de cuatro plazas y cuatro puertas que se llamará Smart Forfour y medirá menos de 3,6 metros de largo, es decir como un Fiat 500 actual. Además, tras la alianza con Renault, la marca francesa lanzará también modelos gemelos de los Fortwo y Forfour compartiendo las mismas mecánicas de la filial de Mercedes.
Bici y escúter eléctricos
Smart quiere ofrecer una movilidad eléctrica completa, lo que incluye la bici eléctrica Smart ebike y el Smart 'escooter'. La primera estará disponible en España a partir de septiembre y tendrá un precio de 2.990 euros. El Smart Escooter llegará en 2014 y todavía no hay precios.
El Smart Fortwo Electric Drive estará disponible a partir de enero de 2013 con unos precios desde 18.950 euros (Coupé) y 22.000 euros (Cabrio), que se reducirían en unos 6.000 euros (desde unos 12.950) si las ayudas a los coches eléctricos se prorrogan en 2013 (acaban en noviembre de este año). Las tarifas son elevadas, aunque aceptables, si se comparan con las de otros coches eléctricos. Pero el inconveniente es que no incluyen las baterías: se alquilan por 65 euros al mes, con mantenimiento y garantía durante 10 años, y hasta coche de sustitución en caso de avería. Y para amortizar la cuota, que supone 7.800 euros más en los 10 años, hay que hacer al menos 1.000 kilómetros al mes, unos 35 diarios. El Smart eléctrico se venderá también con baterías por 23.480 y 26.550 euros, respectivamente, unos 3.200 euros menos que si se alquilan las pilas. Pero esta alternativa implica asumir riesgos: solo incluye dos años de garantía para las baterías.
El Smart Fortwo y la tecnología eléctrica estaban predestinados. Por un lado, la movilidad con baterías muestra todas su ventajas en la ciudad, donde la baja velocidad media optimiza su eficiencia energética y permite ofrecer autonomías mucho más amplias que en carretera. Y si hay un coche que por su reducido tamaño se adapte como un guante al tráfico urbano y a las limitaciones de espacio a la hora de aparcar, ese es el Fortwo. Mercedes lo entendió así desde el principio y ya en 2007 fabricó una primera flota experimental de 100 Smart eléctricos que han estado circulando por Londres para testar su viabilidad. Después, en 2009, lanzó una evolución, ya con 1.000 unidades para flotas, pero el éxito obligó a ampliarlas a 2.000 para poder cubrir la demanda, y se comercializó en 19 países. Una vez superadas estas etapas previas, ahora llega ya el Smart Electric Drive de tercera generación, el modelo de gran serie, que se venderá en los concesionarios de 30 países como las demás versiones de Smart: se esperan producir 10.000 al año, lo que supone el 10% de las ventas mundiales de la división de modelos urbanos de Mercedes.
Mejor en todo: más prestaciones y más autonomía
Aunque tanto por fuera como por dentro la versión Electric Drive no presenta prácticamente cambios respecto a los Smart actuales, salvo detalles de la instrumentación, que ahora indica la autonomía eléctrica disponible y poco más, el módulo eléctrico si aporta mejoras, incluso sorprendentes, lo que confirma la capacidad y rapidez de evolución de los modelos eléctricos.
El Electric Drive de 2012 estrena un motor eléctrico, de imán permanente, mucho más potente, con 48 CV y puntas de hasta 75 CV, muy útiles por ejemplo para adelantar con más seguridad (antes rendía 27 y 40 CV). Tiene 130 Nm de par o fuerza de empuje y las mejoras se notan mucho en las prestaciones, porque ahora acelera de 0 a 100 km/h en 11 segundos, como un utilitario de unos 90 CV con cierto nervio, y supera ligeramente los 125 km/h, mientras la versión anterior se quedaba en 26 segundos y 100 km/h. Este motor es totalmente nuevo y lo ha desarrollado EMotive, una compañía conjunta de Mercedes y Bosch. Pero a pesar de ser más potente, el nuevo motor eléctrico es también más ligero, compacto y barato de producir, según nos aseguraba Pitt Moos, uno de los expertos más veteranos de Mercedes en temas eléctricos y responsable de producto de este coche.
El otro avance del nuevo Smart Electric Drive está en las baterías de ion litio, que pasan de 16,5 a 17,6 kWh de capacidad y elevan la autonomía a 145 kilómetros (135 antes), más que suficientes para el uso habitual de estos coches: los usuarios de los anteriores Smart eléctricos apenas recorrían 50 kilómetros al día de media. Las nuevas baterías son también más compactas e incluyen refrigeración líquida, un detalle clave para asegurar su longevidad. El módulo está formado por 93 celdas herméticas y según Moos, tiene una vida útil de 10 años sin deteriorarse y exige un mantenimiento mínimo: solo hay que renovar el aire interior y sustituir el filtro antihumedad una vez al año o cada 20.000 kilómetros. El peso total del módulo es de 175 kilos, con sistema de refrigeración incluido, y el Smart eléctrico pesa 900 kilos (sin conductor), 140 más que la versión equivalente de gasolina.
Las nuevas baterías ya no proceden de Tesla: las ha desarrollado Deutsche ACCUmotive, una alianza de Mercedes y la compañía Evonik Industries. Y según el propio Moos, los costes de producción están ya por debajo de 500 euros por kWh, la media del sector, y esperan bajarlos a la mitad, 250 euros, en unos años, lo que abaratará el precio de los coches eléctricos.
Aquí tenéis la información previa del modelo, de agosto de 2011, que incluye datos adicionales.
Al volante, nervio, suavidad y silencio de marcha
Al margen de las mejoras técnicas, lo más destacable de todo es que el nuevo Electric Drive resulta muy agradable de conducir, al menos en ciudad. Para empezar, el nuevo motor eléctrico es bastante silencioso y apenas se oye. Y aparte de circular en silencio, ofrece unas prestaciones muy superiores a su antecesor.
Cuando se acelera a punta de gas en la salida de los semáforos avanza al ritmo de los demás coches, aunque no sorprende por su poderío: regula la potencia para consumir el mínimo de batería. Pero si se pisa el pedal con decisión tiene bastante brío y responde con cierta contundencia. Además, ahora puede mantener velocidades superiores a 100 km/h (125 km/h oficiales y algo más reales) y similares a las de los demás Smart, lo que evita los agobios y la sensación de inseguridad del modelo anterior cuando se circulaba por las autopistas urbanas con un camión amenazando por el retrovisor. Por último, aunque en nuestro recorrido por Berlín y los alrededores no tuvimos tiempo de comprobar la duración de las baterías, el rango de uso en ciudad puede superar fácilmente los 100 kilómetros de autonomía real, una cifra inalcanzable en la mayoría de las grandes ciudades europeas, en las que la velocidad media de circulación ronda los 20 km/h: exige estar sentado al volante al menos seis horas, algo solo al alcance de profesionales que no tienen más remedio que cumplir su jornada laboral.
Por lo demás, el comportamiento es ágil, no cansa al volante y como pesa 140 kilos más que los Smart con mecánica térmica, parece que circula mucho más pegado al suelo y aplomado, y transmite más sensación de consistencia, sobre todo en los baches.
Recargas entre una y siete horas
Las baterías se recargan en siete horas en un enchufe normal, pero Smart comercializa diferentes alternativas para agilizar este trámite.
La primera es el poste de carga doméstico Wallbox, que se vende en dos versiones Basic (710 euros) y Connected (880 euros) y reducen en una hora el tiempo de recarga (seis horas). Con el último se puede programar la carga y la temperatura interior desde un smartphone. Además, el coche se puede equipar con un sistema de carga rápida (2.000 euros) que soporta hasta 22 kw y permite recargarlo en una hora. Y se ofrece también un módulo para flotas de empresas (2.880 euros) para cargar hasta 16 coches a la vez con programas para elegir los horarios y aprovechar las tarifas más baratas.
65 euros al mes: 1000 kilómetros para amortizar la cuota
El alquiler de las baterías supone 65 euros al mes. Si consideramos un coste de electricidad de dos euros cada 100 kilómetros (tarifa normal) para recargar las baterías, se ahorran unos 5 o 6 euros cada 100 kilómetros frente a lo que consumen los mejores utilitarios turbodiésel en ciudad: de 6 a 7 litros y entre 7 y 8 euros cada 100 kilómetros. Así, sin entrar al detalle, haría falta recorrer al menos 1.000 kilómetros al mes para amortizar la cuota, es decir unos 35 kilómetros diarios, una cifra nada disparatada si se vive en las afueras. Además, hay que considerar también el ahorro en aparcamientos públicos, porque en ciudades como Madrid y Barcelona, por ejemplo, los coches eléctricos están exentos de pagar el aparcamiento regulado y pueden estacionarse en la calle gratis. En este caso, el cálculo depende de las circunstancias personales, y cada cual tiene que hacer sus números. Pero estimando un gasto de dos euros diarios en aparcamiento regulado, una cifra bastante habitual, ya se cubre prácticamente al completo el alquiler de baterías.
La rentabilización del sobrecoste inicial del Smart eléctrico es otra cosa, aunque resulta menos descabellada de lo que parece. Al menos si se mantienen las ayudas a la compra de coches eléctricos en 2013, cuando salga a la venta. Con ellas, el Smart Electric Drive costaría unos 12.950 euros, casi lo mismo que un modelo urbano con mecánica turbodiésel. Un Toyota Yaris 1.4 D-4D (90 CV), cuesta 13.000 euros y las versiones de gasolina son algo más baratas, unos 1.500 euros menos, pero también consumen como mínimo un litro más que las diésel (1,2 euros cada 100 kilómetros). En cambio, los modelos convencionales son más polivalentes que el Smart, porque incluyen cuatro plazas y permiten viajar. Pero el Smart Electric Drive puede ser uno de los primeros eléctricos amortizables, aunque exige un uso medianamente intensivo en ciudad.
El nuevo Smart Fortwo se retrasa a 2014 y habrá un Smart Forfour de cuatro puertas y cuatro plazas
La marca alemana había anunciado que esta tercera generación del Smart eléctrico se lanzaría en verano de 2012 ya con la nueva carrocería del pequeño modelo urbano, que recogerá algunos rasgos y detalles del prototipo Smart Forvision, presentado en el último Salón de Fráncfort (septiembre de 2011).
Pero al final, se ha decidido retrasar el nuevo modelo hasta enero de 2014, con lo que el nuevo Fortwo Electric Drive mantiene la carrocería actual, con los pequeños retoques estéticos en la parrilla que ha incorporado toda la gama hace unos meses. Y como decía al principio, aquí llega otra de las dudas: ¿compensa comprar un coche que llega a España en enero de 2013, cuando un año después, enero de 2014, va a salir una generación totalmente nueva con un diseño mucho más moderno y soluciones más eficientes? Dependerá de cada caso, pero para la mayoría resulta más interesante esperar. Además, según nos aseguraba en Berlín Martin Hulder, Director de ventas de Smart, el futuro Fortwo 2014 tendrá un interior mucho mejor aislado, tanto en acústica, como sobre todo térmicamente, lo que permitirá aumentar la autonomía de la versión eléctrica entre un 7% y un 10% en días con climatologías adversas: menos de 10 grados y más de 30. Y es que la mejora del aislamiento interior le hará menos sensible a las temperaturas externas y reducirá el uso del climatizador.
Esto es solo un detalle, porque tras ya casi 15 años de vida y dos generaciones de Smart con más evoluciones de detalle que cambios dramáticos, el Smart 2014 será un modelo totalmente nuevo que incorporará muchas más ventajas. Por ejemplo, el arco de seguridad Tridion, que sirve de estructura al coche y ahora es de acero, en el nuevo Smart tendrá partes de fibra de carbono. También se espera mejorar de forma apreciable todos los puntos débiles del Smart actual, desde la precisión de la dirección y el tacto del freno, al confort de las suspensiones en los baches, la rapidez de los cambios de marchas e incluso se van a rebajar cerca de un 10% los consumos de las versiones térmicas (gasolina y gasóleo). En realidad, una de las pocas cosas que se mantendrán igual será la longitud, 2,7 metros, porque se considera estratégico para el éxito del modelo. Según aseguraba Hulder: “nos cuesta mucho dinero mantener este tamaño, porque exige afinar y comprimir al máximo todos los sistemas de seguridad de la zona delantera para poder superar las últimas normas antichoque. Con apenas unos centímetros más nos saldría mucho más barato, pero consideramos clave mantener la longitud actual, porque es una de las virtudes más valoradas de este coche”.
Por lo demás, pudimos averiguar también que el Smart 2014, aparte del Fortwo Coupé y Cabrio, contará con una tercera carrocería de cuatro plazas y cuatro puertas que se llamará Smart Forfour y medirá menos de 3,6 metros de largo, es decir como un Fiat 500 actual. Además, tras la alianza con Renault, la marca francesa lanzará también modelos gemelos de los Fortwo y Forfour compartiendo las mismas mecánicas de la filial de Mercedes.
Bici y escúter eléctricos
Smart quiere ofrecer una movilidad eléctrica completa, lo que incluye la bici eléctrica Smart ebike y el Smart 'escooter'. La primera estará disponible en España a partir de septiembre y tendrá un precio de 2.990 euros. El Smart Escooter llegará en 2014 y todavía no hay precios.
Fonds pour les investissements et le développement. FOND DU PLACEMENT PER DEVELOPPEMENT OVERSEAS CORPORATION.